El rasgo más singular de la obra de 204 viviendas sociales en Polígono Aeropuerto de Sevilla no está en el ladrillo engobado amarillo de sus fachadas, fabricado expresamente para esta obra. Tampoco en sus cierros acristalados salientes, que sacan partido de la posibilidad que permiten las ordenanzas de adosar elementos volados a las fachadas, algo que ninguna otra promoción cercana aprovecha. Tampoco en sus interminables galerías de distribución: el esquema de distribución por corredores iluminados y ventilados por patios contrapeados arrancó su trayectoria en el primer proyecto para Conil y desde entonces hemos explorado sus posibilidades en otras obras. En la obra de Polígono Aeropuerto se daba un paso más al caracterizar los patios como elementos donde prima la función de ventilación de las zonas comunes y de centralización de las instalaciones de las viviendas.
Con ser todas cuestiones rasgos específicos de esta obra, han acabado cediendo el protagonismo a la apuesta que se hace en ella por la integración de un tipo de la decoración pictórica en los espacios intermedios del interior del edificio. Pinturas en torno a las galerías.
La estancia del arquitecto y pintor Israel Moreno como colaborador en el estudio entre 2008 y 2010 nos puso en contacto con el mundo del graffiti urbano y de sus posibilidades. De ahí arrancó la idea de utilizar técnicas de arte urbano para el tratamiento superficial de los extensos paños de los patios interiores de la promoción de Polígono Aeropuerto.
Con la imprescindible colaboración de la Empresa Constructora Copcisa, que financió la operación sin incremento económico en el costo total de la obra, se encargó a Israel Moreno la tarea de formar un equipo de tres artistas urbanos que diseñaran y ejecutaran un conjunto coherente de decoraciones pictóricas para las galerías.
El proceso tuvo una duración total de tres meses. Los propios artistas produjeron un interesante vídeo de cómo se hizo que explica muchas de las claves de su trabajo.