Los estudiosos de la arquitectura californiana de postguerra, que han puesto en el mapa de nuestras referencias los nombres de Ray & Charles Eames, Craig Elwood, Pierre Koenig o Raphael Soriano, no suelen pasar por alto la influencia que en ellos tuvo la fugaz trayectoria del arquitecto Gordon Drake, muerto a los 35 años mientras esquiaba en el lago Tahoe, dejando una obra construida mínima, entre la que destaca su propia casa, autoconstruida con compañeros marines en Berverly Glen.
Una temprana desaparición que dejaba inconcluso un puñado de prometedores proyectos de vivienda, y que tampoco permitió poner en práctica una innovadora idea de estudio profesional, que se planteaba como un sistema mixto de colaboración que incluía en el mismo recinto una oficina de arquitectura, una escuela de doctorado y un centro de investigación. El estudio estaría abierto a colaboraciones de distintas disciplinas y en distinto grado de profesionalidad, enfocadas al servicio a la comunidad. Como el mismo Drake llegó a decir: “A través de la investigación se llega al diseño honesto. Construir. Evaluar. Darle a la comunidad estas ideas y desarrollos como ellos los desean. Crear ese deseo“.
El 15 de febrero de 1955, una caída en las laderas nevadas cercanas al lago Tahoe resultó fatal. Cuenta Neil Jackson¹ que en uno de sus bolsillos encontraron media hoja de papel con dos versos garabateados a lápiz: “Every man is a piece of the continent, a part of the main / Any man’s death diminishes me, because I am involved in mankind“. Era parte de una de las “Meditaciones” del poeta inglés John Donne (1572-1631), la impresionante XVII Meditation, aquella que contiene el citadísimo verso “No man is an island“.
¿Llevaba consigo Drake conscientemente el ideario de una forma de hacer arquitectura basada en la colaboración y la interrelación de los diferentes, que se necesitan unos a otros, o de una forma de investigar que hace de las sinergias de las aportaciones múltiples su principal patrimonio?…
Enfrascados como estamos en la construcción del prototipo Patio 2.12 para Solar Decathlon Europe, pienso en Gordon Drake, en su obra por llevar a término, y en John Donne, mientras contemplo en primera línea los progresos del multidisciplinar y variopinto Andalucía Team.
1] “Californian Promise”, The Architectural Review, Marzo 1996, pp. 80-84