Primero fueron los parques

Torneo3

En la conferencia que Michel Desvigne pronuncia en Harvard, mostrando su obra como paisajista, se desliza una atractiva provocación acerca los jardines de Versalles. Para Desvigne, André Le Nôtre construyó ese paisaje como una especie de domesticación y “axialización” de un territorio agrícola y de caza, transformando las trazas existentes en un parque. Y “lo que es fantástico de Versalles es que ha supuesto la invención de la ciudad clásica. Había un paisaje preexistente, se ha transformado en un parque y lo que sabemos es que a partir de la forma de un parque hubo un efecto espejo y la ciudad se construyó muy rápidamente1.

Vendría a sugerir Desvigne que el modelo de la ciudad clásica francesa, con su sistemática de ejes y puntos de fuga se originó a partir del trazado de un parque. Que la imaginación de los urbanistas operó primero en el libre territorio que se humaniza y se disfruta en los jardines y que, a partir de este disfrute, blando y sin edificios, la ciudad se imaginaba.

No parece casual que el precedente de Le Nôtre vuelva a los tratados en nuestra época, sobre todo en la naciente disciplina híbrida del “urbanismo paisajista”, que trata de aplicar los criterios surgidos del análisis y la manipulación del paisaje al diseño urbanístico, integrando, de paso, las herramientas derivadas de la conciencia medioambiental actual y sus urgencias.

En el diseño de parques como anticipo del futuro de diseño de ciudades se pueden atisbar temas de trabajo que parecen ya inevitables y que se ejercitan con mayor libertad en el paisajismo. Algunos tratadistas los han resumido en cuatro:2

Los procesos a lo largo del tiempo: se trata de prestar menos atención a las cualidades objetuales del espacio (sean formales o escénicos) que a los sistemas que condicionan y que subyacen en la distribución y la densidad de la forma urbana. El uso de diagramas de campo o de esquemas que describan estas fuerzas generativas son instrumentos muy útiles para este enfoque.

La preparación de las superficies: el plano horizontal, el plano del terreno, el “campo de acción”, se convierte en el escenario de las estrategias, entendido como la verdadera infraestructura urbana. Una comprensión que tiene que ver con lo que Rem Koolhaas caracterizaba como “irrigar los territorios con potencial”3. La preparación de las superficies no es sólo un asunto formal o constructivo. Es mucho más estratégico, primando la lógica operacional sobre el diseño compositivo.

El método de operación o de trabajo. Se trata de evitar los atajos de las utopías críticas. No puede haber visionarios sin estrategias operativas o sin sistemas de trabajo, donde las técnicas de representación pasan a ser esenciales.

Y finalmente el imaginario, la imaginación colectiva, informada y estimulada por la experiencia del mundo real, que puede encontrar en el diseño paisajístico un sustrato alejado del empobrecimiento que la excesiva racionalización de la urbanización convencional, basada muchas veces en la acumulación del capital.

Esta nueva sensibilidad va en paralelo con iniciativas como la de la reciente exposición de Rem Koolhaas (“Countryside, the Future”4) que pone la mirada en los territorios no urbanos y que parte de una premisa categórica: “El campo es ahora el sitio donde los componentes más radicales y modernos de nuestra urbanización están teniendo lugar”. La futura ciudad podría basarse en los sistemas, racionales y a la vez imaginativos, que hacen posible la agricultura moderna.

Este estimulante sustrato teórico que se nos presenta en el tiempo presente nos ha llevado a buscar escenarios de trabajo donde esta visión se pudiera ejercitar, y lo más a mano han sido los concursos para espacios públicos y parques, afrontándolos como si fueran el anticipo de un destino urbanístico más ambicioso (el de precursores de la ciudad futura) que trascienda los convencionales trazados más o menos pictóricos de sendas, arbolados y estancias.

En el proyecto para el Parque Urbano Sostenible “La Mata” en Cártama (Málaga), unas herramientas similares a las que guían el trazado de los cultivos agrícolas pasaron al primer plano del diseño. Las actividades que habían de desarrollarse en el parque se entendieron como futuros cultivos, que habrían de crecer con el tiempo sobre plataformas “irrigadas con potencial”. Para ello el modelo de manipulación topográfica de un terreno en pendiente no podría otro que el que procede de las plantaciones en ladera, las terrazas paralelas a las líneas de nivel, tan presentes en el entorno agrícola de Cártama.

La “preparación de estas superficies” sobre las que habrían de “crecer” las futuras actividades se hizo cuidadosamente: con un estudio particularizado del carácter de cada zona de la “alfombra natural” y de los intercambios entre el sustrato y la atmósfera, con el dimensionado preciso de las plataformas “de cultivo” y de los caminos accesibles para registrarlas, con el estudio de las escorrentías y del embalse de agua para riego, con la zonificación de las actividades según su carácter en la correspondiente terraza de cultivo.

En el proyecto para el Parque Urbano de Palmones, frente a la bahía de Algeciras, la metáfora del archipiélago de islas con forma de barca de pescadores originó un trazado urbano fluido, donde las pequeñas colinas donde se concentra la vegetación delimitan una red de calles sinuosas donde en cuyos bordes se “enchufan” las actividades: mercadillos, exposiciones y eventos que se recorren por el paseante. La omisión de una “isla” en el centro de este archipiélago verde genera la plaza de encuentro, que cuenta con una cubierta textil efímera. Cada una de las islas verdes, de las manzanas de esa ciudad blanda del ocio es un biotopo especifico de especies vegetales donde las aves y los insectos son invitados a volver. Incluso se promueve la conquista de algunas de ellas por parte de los niños.

Si, como en Versalles, la ciudad del futuro pudiera estar gestándose en los parques, merece la pena tomárselos muy en serio.

Desvigne, Michel, Intermediate Natures. Harvard GSD, Daniel Urban Kiley Lecture, April 10th, 2013 (‘40.30).

Corner, James, Terra fluxus, en Waldheim, Charles (ed.), The Landscape Urbanism Reader. Princeton Architectural Press, New York, 2006.

La noción de que el urbanismo es fundamentalmente estratégico y que debe dirigirse a la “irrigación de los territorios con potencial” aparece por primera vez en el S, M, L, XL de Rem Koolhaas y Bruce Mau (Monacelli Press, New York, 1995) y no deja de ser una explícita metáfora agrícola.

Countryside, The Future. Exposición en el Guggenheim Museum, Nueva York. (20 de febrero de 2020 al 15 de febrero de 2021).

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

Protected by WP Anti Spam