Algunas veces, tal vez más de las necesarias, he tenido que explicar la condición singular que creo que tiene la Tesis Doctoral que defendí el pasado 10 de octubre. Hace no mucho, visitando Arco en Madrid, un querido compañero del Departamento de Proyectos me cuestionaba indagando “cómo se hace una Tesis Doctoral enseñando proyectos propios…ñ”
Estas líneas que siguen quieren ser una respuesta y una aclaración de lo que creo un malentendido.
Los proyectos y obras mostrados en la Tesis Doctoral “Incursiones experimentales en vivienda prefabricada. El Kit de Muebles” se concibieron y se construyeron específicamente para la Tesis Doctoral. En 2003, en los ratos libres ya Rodrigo, Rufo y Fernando, alumnos colaboradores en el estudio, me ayudaban con pequeñas maquetas exploratorias de lo que podía ser el concepto de una casa prefabricada con muebles. La propia dinámica de la investigación nos llevó a presentar estos primeros tanteos al Concurso de Vivienda Social del CSCAE (mención) y al Concurso de Alojamiento de Temporeros en Almería (primer premio), pero todo ello, incluso la posibilidad de construir el Prototipo Arkit no era más que el correlato práctico a la indagación teórica que en esos años se realizaba.
Elisa Valero definió la Tesis como “biográficaâ”. Sólo así se podría calificar un proceso académico de casi 20 años. Y probablemente lo sea. Pero, cuando, para poder establecer conclusiones operativas de una propuesta de investigación es necesario construir al menos dos prototipos a escala real de vivienda y encontrar la financiación externa para ello no hay más remedio que convertir el proceso en biográfico.
Pero es que la investigación se planteó así desde el principio, desde su primera memoria de inscripción: se investigaría en arquitectura construyendo realmente sus premisas, para analizarlas después en su completa realidad material…
No me negaréis que es un propósito singular.