Alcalá de los Gazules. Cádiz

Centro de Interpretación


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Memoria

Ficha técnica

La rehabilitación da nueva vida a los edificios. Una nueva vida que casi siempre pasa por usarlos de otra manera, con otros habitantes y otras actividades, diferentes a las que les dieron sentido en sus inicios. Tal es la situación de la casa Diañez, concebida como residencia, primero para una familia, luego para dos, y que ahora quiere albergar unos usos públicos destinados a resaltar el valor de la plaza de San Jorge como el centro cívico de Alcalá de los Gazules.

 

Nuevos usos - un Museo y una Oficina Técnica - que encuentran aquí la constricción de la escala doméstica, muy menuda, de la antigua casa. Imaginamos un museo con salas amplias, que permita ser visitado en grupo y donde sea fácil orientarse y seguir un itinerario. Imaginamos una oficina moderna, que admita una cierta flexibilidad y transparencia, que estimule el trabajo en grupo y la comodidad del usuario.

 

Atributos todos ellos que difícilmente se conseguirían si respetamos completamente el sistema murario y circulatorio de la casa original. Afortunadamente, y así lo insinúa también la ficha del Catálogo, la protección que se pretende para la casa dista de ser integral.

 

Coincidimos con el redactor del planeamiento en que es suficiente una protección tipológica, con la que se mantenga la fachada y la disposición del patio central, incluyendo su geometría y sus piezas más significativas. Sólo así, entendiendo la rehabilitación como una vida renovada, como una transformación que mantiene lo esencial, puede la casa mutar en un edificio público significativo para Alcalá.

 

Un primer requerimiento al que dar respuesta es la convivencia de dos actividades de horario y gestión independientes. Pesamos que no es obligatorio plantear un doble acceso al edificio si la entrada se sitúa en el lugar adecuado. No creemos que se violente la tipología del edificio si esta entrada se desplaza desde el segundo al primer hueco de fachada, intercambiando una puerta con un ventanal. En esta nueva posición, en la esquina, se pueden bifurcar sin interferirse las dos circulaciones desde un vestíbulo común: a la izquierda se a accede a la recepción de la oficina y la derecha a la escalera del museo. La posición de la escalera y del ascensor colabora también a esta segregación nítida de recorridos y a que, por ejemplo, la oficina pueda clausurarse completamente mientras el museo permanece abierto en las horas vespertinas o las jornadas festivas.

 

Ya se ha indicado cómo el patio mantiene sus trazas y sus elementos más significativos, como son sus arcos y sus columnas de planta baja. De esta forma, el patio es la pieza depositaria del respeto tipológico que se demanda a la intervención. Pero, además, el patio adquiere un protagonismo mayor en la propuesta que en la situación actual, al convertirse en el núcleo al que se refieren el resto de los espacios. En la oficina es el atrio de recepción del público, donde se monumentaliza la acogida al usuario y a partir del cual se localizan fácilmente las dependencias.

 

En las plantas del museo es el patio el lugar alrededor del cual se circula, a través de cuyos vidrios traslúcidos se ilumina este recorrido y al que abrazan las salas, en la distribución más sencilla de las posibles.

 

Mención especial merece el uso de la cubierta que se propone. En la segunda planta se ubica el Centro de Interpretación, rehabilitando la primera crujía existente. La escalera y el ascensor acceden junto a la medianera sur y queda libre una azotea en la crujía norte, actualmente cubierta de teja. Nuestra propuesta transforma este sector de la cubierta en un mirador al aire libre, sombreado con un umbráculo, que funcionará como prolongación del Centro de Interpretación, desde donde entender la significativa posición geográfica de Alcalá de los Gazules, bien contemplando lo que la mirada alcanza sobre las cubiertas colindantes, bien con oteando el paisaje con la ayuda de un periscopio didáctico que muestre el territorio en los cuatro puntos cardinales.