¿Debe mostrarse el futuro Centro de Salud como una manzana de viviendas, alineada a los viales, pero truncada en su altura? ¿O, por el contrario, podemos aprovecharnos de sus especiales características de edificabilidad y de su relación con lo público para ofrecer una presencia urbana diferente a la mera fachada alineada? De acuerdo con esta opción, nuestra propuesta no se restringe a idear espacios públicos “interiores” sino también las antesalas urbanas del edificio, lugares previos de encuentro y solaz que maticen y enriquezcan el encuentro de éste con la ciudad.

De esta forma, en la fachada a la avenida del Aeropuerto se puede generar una lonja que resuelva el desnivel existente y proporcione un espacio previo para el acceso principal, ajardinado y amueblado con un largo banco.  El recorrido hasta la puerta de entrada se dilata además con la provisión de un porche cubierto ante ella, en el que la visión hacia la avenida se vela con una celosía en la fachada. En la calle Naranjal de Almagro, al este, el retranqueo incluye también un espacio ajardinado junto a una rampa que se dirige a la entrada independiente de Pediatría. El ajardinamiento de estas zonas intermedias perimetrales, aparte de suavizar el contacto del edificio con la calle, permite relacionarlo con las zonas de ciudad jardín que se perciben al otro lado de la avenida. Además matizan y hacen más agradable la vista desde las consultas, que ocuparán el perímetro del solar. En el interior del edificio, el programa de usos se organiza en torno a un patio ajardinado al que se asoman todas las salas de espera del centro.