La propuesta se justifica por la voluntad de resolver la relación con la calle y los espacios libres. La presencia de una calle trasera destinada a espacios libres ajardinados lleva a generar aperturas, también ajardinadas entre los bloques, que permitan la relación visual y de comunicación entre la calle principal y el futuro parque trasero.

Generar espacios intermedios que gradúen la secuencia entre lo público y lo privado. Al modo de los antiguos corrales de vecinos de Conil, los espacios ajardinados entre bloques, separados de la calle por pequeños pretiles, suponen una zona semipública, previa al acceso a los portales, que puede ser agradablemente utilizada como lugar de estancia y relación por los vecinos.

Resolver la topografía de la parcela. Fragmentar las edificaciones permite adaptarse más fácilmente a la pendiente de la parcela.

Responder a la situación de borde urbano. La situación de la parcela en un borde urbano lleva a considerar más adecuada una imagen de pequeños prismas independientes, rodeados de vegetación, con trasparencias entre las calles y los espacios verdes, que la de una fachada continua.

Dentro de cada uno de los bloques las plantas se ocupan con 4 viviendas sociales de 3 dormitorios. los salones y cocinas abren a amplias terrazas en las fachadas principales y los dormitorios se abren a los patios ajardinados. Dos patios de servicio dentro de cada edificio ventilan e iluminan los baños y permiten una ventilación cruzada en las viviendas a través del lavadero accesible desde la cocina.